
El verdadero impacto proviene de escuchar más allá de nosotros mismos y de remitirnos a la comunidad de supervivientes en general. Abordamos nuestro trabajo sin ego, tratando de cambiar con lo que aprendemos y de llevar a cabo nuestra labor de forma equitativa e integradora.
Lideramos con valentía, dispuestos a desafiar el statu quo, a afrontar verdades difíciles y a perseguir ideas audaces. Aceptamos que el fracaso forma parte del progreso y elegimos el crecimiento antes que la comodidad, incluso cuando el camino a seguir es incierto.
Honramos la confianza de los supervivientes actuando con honestidad y responsabilidad. Integridad significa alinear nuestras acciones con nuestra misión, incluso cuando ello exija sacrificios, y no comprometer nunca nuestro compromiso con la comunidad de supervivientes.